Los Aceites Macerados se caracterizan por mantener las
propiedades de los componentes con los que se elaboran. Se utiliza por un lado
un aceite básico: oliva, sésamo o
almendras dulces y por otro la planta
medicinal elegida.
Se preparan unos 100 gramos de la planta medicinal
preferiblemente seca ( caléndula, hipérico, entre otras ), se introducen en una
botella o tarro de cristal de 1 litro y se llena del aceite básico elegido. Debe taparse bien la botella y ponerla durante 40 días y 40 noches a sol y
sereno, cada cierto tiempo debemos mover la botella, agitando el contenido.
Pasado el tiempo filtramos el aceite guardándolo en tarros
de cristal en un lugar fresco y oscuro.
Estos Aceites Macerados se utilizan en estado puro.