La Terapia con Colores o Terapia con Luz,
es una técnica muy antigua de curación, utilizada ya por los egipcios. La luz
visible o solar
contiene todos los colores y cada uno de ellos tiene su propia longitud de
onda, lo que determina sus características. La clave para conseguir un efecto
terapéutico correcto es utilizar el color o longitud de onda adecuada. Nosotros, los seres humanos somos
vibración, por eso el color es un lenguaje que el cuerpo entiende y reconoce.
La luz correcta
utilizada en la intensidad, velocidad y color adecuados puede modificar los desequilibrios que existen en nuestro organismo.
Al parecer, la luz
transfiere la energía a las mitocondrias que están en el interior de las
células y ayuda al cuerpo a recuperar la salud.
Por ese motivo,
utilizar el color en los tratamientos de estética,
ayuda a reestablecer el equilibrio reafirmando y regenerando los tejidos.