Todos los Aceites Esenciales
tienen una característica común: la volatilidad, es la facilidad con que se
evaporan los principios aromáticos, cuanto más pequeñas son sus moléculas más
pronto se evaporan y cuanto más grandes más pesado es el Aceite Esencial. La
calidad de un Aceite Esencial está muy relacionada con su nivel de volatilidad,
a mayor calidad más rápido se evapora, es por eso que un Aceite Esencial de origen
sintético conserva el aroma por mucho tiempo.
Para una correcta
conservación, deben permanecer en botes de cristal oscuro y apartados de
fuentes de calor para no perder sus propiedades terapéuticas.
Se dice de un Aceite muy
volátil de moléculas pequeñas que forman las Notas Altas de un aroma o perfume,
son las primeras que capta el olfato, a continuación captamos las Notas Medias
y por último las Notas Bajas.
En el grupo de las notas altas
están los cítricos, aromas frescos y claros como el Limón o la Bergamota, en
las notas medias encontramos aromas dulces y fragantes que dan volumen y exotismo
como el Ylang Ylang o la Rosa, y por
último las notas bajas corresponden a fragancias profundas y penetrantes, amaderadas
y orientales como el Sándalo o el
Pachulí, estos aromas pueden permanecer más de un día.
El perfume del sándalo y el aroma de la rosa y el jazmín
viajan a la velocidad del viento.
Sin embargo, la fragancia de la bondad
viaja con nosotros por todo el mundo.
Como las guirnaldas de flores,
adorna tu vida como
una guirnalda de buenas obras.
Buda
